Yo no culparía al joven que publicó esto. Tampoco a sus responsables. Y digo joven porque a las anteriores generaciones esta frase de José de San Martin nos la inculcaron como un mantra en la educación básica, tanto así que te la sabías de memoria y se podía recitar en cualquier parte.

¿Que algo así merece rechazo y rectificación? Pues sí. Pero así como levantamos el "dedito" acusador, acusemos también las deficiencias de nuestra educación actual. Porque este es un error que es producto de una realidad que no cuestionamos, que maquillamos y preferimos esconderla debajo de una vetusta y gastada alfombra. ¿Qué porque sus responsables no inspeccionan el trabajo que hacen? Es cierto. Pero aunque rueden cabezas esto seguirá sucediendo, esté quien esté. Porque tenemos una educación que ha relegado la enseñanza de la historia como algo secundario, meramente accesoria, y reducido a un conjunto de memorización de fechas que le quitan todo contenido que peudan dejar enseñanzas para las nuevas generaciones. Estudiar la historia del Perú hoy es poco importante para esa educación que forma niños y jóvenes para la búsqueda del "exitismo" en una sociedad a veces muy virreinal en su pensamiento imperante, donde se valora más la mercancía que principios republicanos mínimos de cualquier sociedad moderna del siglo XXI y más aún en el caso del Perú que va camino al Bicentenario de su Independencia.

Si no te enseñan bien la historia, es lógico que se cometan esos "patinazos". Imagino al joven “googleando” la imagen de los libertadores y encuentra un montón de fotos de patillones encopetados que se parecen unos a otros. Bueno, él toma la foto que cree que puede ser la correcta con la mejor voluntad del mundo para luego ser literalmente crucificado por sus superiores por tremendo error. Pero es lógico que sin referentes sólidos brindados en una educación básica, careces del filtro necesario para contrastar información que encuentras. Más aún en épocas dizque “modernas” donde se eliminan fechas históricas de conmemoración y de gran valor para ser reemplazadas por días que honran a bebidas alcohólicas y platos de comida. La enseñanza de la historia creo yo es indispensable para el conocimiento del ser humano que vive en sociedad.

Hay un proceso iniciado hace tiempo que busca borrar de la memoria colectiva grandes y valiosos sucesos de nuestra historia para en su lugar construir falsos relatos e imponer identidades ficticias que sean muy funcionales al mercado. He ahí el origen del problema. Entonces, si no conocemos la historia de nuestro país; de nuestro continente mínimamente ¿cómo podemos relatarla sin cometer errores?

Como se dice siempre: Un pueblo que no conoce su historia está condenado a repetir los mismos errores. Y eso le conviene muy bien a los que mandan de verdad y cortan el jamón en el Perú.